Escuchar a PINGÜINO es como entrar en una espesa nube de sensaciones que, a base de susurros cargados de electricidad, nos lleva a visitar paisajes de nuestra memoria emocional. Dicho esto, no es de extrañar que al escuchar El toque de la muerte pierdas la mirada al tercer track, buscando algo que no recordabas haber perdido. Seguramente ahí radica la virtud, y el poder, que ejercen sobre nosotros las canciones de David, Jaime y Marcos, tres amigos de Cangas de Narcea que nos envuelven con poderosas guitarras llenas de electricidad estática mientras encrudecen el alma a base de mensajes directos desprovistos de artificios, y de esa manera nos llevan a un viaje interior por etapas, tantas como cortes tiene el vinilo.
http://mamavynilarecords.bandcamp.com/album/el-toque-de-la-muerte
Como vehículo en este viaje interior, Pingüino carga el maletero de sonidos Shozegazers, melodías eléctricas y sonidos que evocan a grandes bandas de la década pasada como Dinosaur Jr., Sonic Youth o Superchunk, y también tienen algunas reminiscencias de Jesus and Mary Chain y Fugazi. Pingüino reivindica todos estos poderosos sonidos y los hace más cercanos con sus letras en castellano.
El toque de la muerte ha sido autoeditado por la propia banda, con la colaboración de Mama Vynila Records, en un 7″ en formato vinilo acompañado de su edición digital en CD, que incluye un bonus track. Este es el segundo corta duración del trío asturiano tras ¡Volumen!, un primer trabajo que obtuvo muy buenas críticas en medios especializados. Es el segundo paso del viaje de un pájaro terrestre que está aprendiendo a volar.
El toque de la muerte se grabó en julio de 2011 en los Estudios Montreal. Producido y mezclado por Hans Krüger. Masterizado por Mario G. Alberni en los Estudios Kadifornia. Grabado por David Fernández (batería), Jaime Marcos (guitarras y voces) y Marcos Florez (bajo y voces).
Foto de portada y contraportada por Oscar Parasiego. Diseño y arte por Omar Fernández.
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