9/10
Los franceses HYRGAL están de regreso con un nuevo álbum de estudio que, como sus anteriores, ve la luz a través del sello Les Acteurs De l’Ombre Productions. Siete cortes escritos en francés y arropados por un Black Metal contemporáneo, difícil de etiquetar, y cada vez más nítido y personal, de hecho se puede decir que la banda ya ha logrado alcanzar un sonido y estilo propios perfectamente reconocibles para cualquiera que haya escuchado sus lanzamientos previos, especialmente el último: “Fin de Règne”. Además, como ya se puede ver en el artwork de este álbum homónimo que tenemos entre manos el grupo ha explotado su faceta más oscura para alcanzar la intensidad y el dramatismo que buscaban, sin olvidar tampoco la libertad creativa y la amplitud de miras a la hora de componer sin prejuicios.
La evolución de HYRGAL desde su primer álbum, “Serpentine”, hasta el segundo, “Fin de Règne”, fue evidente; sin embargo en su nuevo trabajo yo diría que la banda ya ha encontrado su estilo y se dedica a crear sin limitaciones y sin hacer caso de las modas o las tendencias. Los temas del disco están fuertemente enraizados en el Black Metal, pero no buscan la ortodoxia sino una expresión personal que los lleva a tomar diferentes caminos o influencias para conformar una manera propia de hacer música. Temas que rezuman agresividad, atmósferas inhóspitas que rememoran al Post Black Metal, desarrollos dinámicos y una interpretación dramática que se hace de todo menos predecible, eso es a grandes rasgos lo que encontraremos a lo largo de este viaje a las profundidades del abismo al que los franceses nos arrastran. Aunque, como siempre, para saber lo que realmente hay detrás del disco hay que experimentarlo en primera persona y, sin duda, darle varias escuchas antes de opinar, pues este es uno de esos trabajos que hay que rumiar sin prisas para poder comenzar a disfrutarlo como es debido.
HYRGAL suenan cada vez mejor, van superándose disco a disco, y este nuevo álbum homónimo es la demostración. Una colección de temas que sigue la senda trazada en “Fin de Règne” pero que ofrecen nuevas visiones y perspectivas, más oscuras si cabe que las de su predecesor. El artwork quizá sea la parte más austera y menos llamativa, aunque encaje con el contenido sonoro, ya que el resto deslumbra por su intensidad y fluidez creativa, destacando también sobre otras propuestas contemporáneas dentro del Black Metal. Es decir, un disco que hay que escuchar sí o sí, al menos si lo que te gusta es la música extrema y oscura que se está haciendo hoy en día.
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