Nada más leer el título de este disco, o incluso el mismo nombre del proyecto, cualquier veterano se hará una buena idea de a qué banda se está homenajeando en el álbum que tenemos entre manos; y es que Kyle Shute, guitarrista de THE SWORD, ha querido dejar muy claro desde el principio que se trata de una versión Heavy del mítico álbum de PINK FLOYD “Dark Side of the Moon”. Qué mejor título que “Doom Side of the Moon” para dicha empresa, haciendo una clarísima referencia al original y apuntando maneras más contundentes y pesadas para esta revisión contemporánea, ya que lo que hay detrás de este proyecto es precisamente una versión completa del trabajo original, pero con las ideas de Shute y el grupo que ha reunido para la ocasión, todo ello con una producción actual de exquisita factura que ha contado con el talento de Stuart Sikes (WHITE STRIPES, ROCKET FROM THE CRYPT) a los mandos.
Al parecer la idea de crear este proyecto de DOOM SIDE OF THE MOON le surgió a Kyle Shute tras escuchar el álbum original de PINK FLOYD y sentir el impulso de hacer una versión más pesada del tema “Time”. Al final la idea fue cobrando fuerza y lo que iba a ser una simple versión acabo por convertirse en un homenaje completo al mítico disco, celebrando a su vez el 50 aniversario que cumplió la banda hace poco tiempo. Para esto se buscó una alineación competente que incluye, además de al propio Shute y sus compañeros en THE SWORD, el bajista Bryan Richie y el batería Santiago Vela III, al vocalista Alex Marrero (BROWNOUT, BROWN SABBATH), al saxofonista Jason Frey (BLACK JOE LEWIS, HARD PROOF) y al teclista Joe Cornetti (CROY & THE BOYS). Todos ellos han dado forma a los diez temas que componen “Doom Side of the Moon”, siguiendo el mismo orden que el original, pero con una personalidad renovada que resulta de lo más interesante.
La verdad es que el juego de palabras que hay en “Doom Side of the Moon” resulta muy atractivo, y en buena medida sirve para señalar la deriva más contundente que sigue el disco respecto del original. Sin embargo no es realmente un disco de Doom puro y duro, se trata más bien de una mezcla de Rock Progresivo y Stoner Rock, con una pizca de Doom Metal, hecha con mucho gusto y ciertas dosis de experimentación que hacen que los temas cobren una nueva dimensión. Y todo esto manteniendo el respeto y fidelidad a los cortes que aparecieron en el “Dark Side of the Moon” de los propios PINK FLOYD. De hecho el álbum no resulta tan contundente como cabría pensar con el título, pero sí que acaba sorprendiendo por su calidad instrumental. De hecho es un homenaje sensacional que no debería faltar en la colección de ningún fan de PINK FLOYD, ni de la buena música en general. Y es que la apuesta era arriesgada, no es fácil hacer justicia a un verdadero clásico, pero Kyle Shute y los suyos han salido airosos de la tarea.
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