Se cumple una década desde que esta banda francesa llamada STOLEN MEMORIES diera sus primeros pasos, fue en el año 2007, en Lyon, de la mano de su guitarrista y desde entonces se han publicado tres álbumes, el debut de 2010 titulado “The Strange Order” y un segundo disco bautizado como “Blind Consequence” que vio la luz en 2013. El tercero en cuestión es precisamente el que nos ocupa, que ha salido a la calle en el otoño de este año 2017 bajo el título de “Paradox”. Otro dato importante para la correcta presentación de la banda es que su música responde básicamente a los preceptos del Metal Progresivo, y de hecho lo hacen bastante bien, como se puede comprobar en el trabajo que tenemos entre manos.
Hechas las presentaciones toca meterse en materia dentro de “Paradox”, un álbum que desde el primer momento te introduce en su particular atmósfera repleta de contrastes y desarrollos progresivos. Destaca la poderosa tarea vocal, con registros limpios y un aire melancólico, que sirve de contrapunto a los crudos riffs de guitarra y solos agresivos que caracterizan la música de STOLEN MEMORIES. También hay una base dinámica perfectamente entrenada en esto del Metal Progresivo y pasajes de melodías envolventes que completan esta variada paleta sonora que el grupo utiliza en sus composiciones. El resultado da mucho juego, con influencias que fluctúan entre lo clásico y lo moderno, entre las luces y las sombras, entre el Metal melódico y el Thrash Metal, todo ello manteniendo la coherencia y la calidad de principio a fin.
La verdad es que todavía no he escuchado los anteriores trabajos de STOLEN MEMORIES, de modo que no me puedo pronunciar acerca de su evolución, pero lo que sí puedo confirmar es que “Paradox” es un álbum de lo más interesante dentro del Metal Progresivo. Un trabajo que suena bien, que está presentado en un elegante digipack con una imagen en perfecta consonancia con el título y que, además, cuenta con una colección de temas de esos que cuanto más escuchas más disfrutas. Es cierto que todavía queda margen para crecer a nivel técnico, especialmente cuando se está en un género tan exigente como éste, pero también hay que reconocer que el punto de experimentación y agresividad en las guitarras que hay en el disco resulta de lo más excitante. Por eso, en general, la sensación final tras varias escuchas es más que positiva.
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