La historia de esta banda sueca se remonta a el año 1994, cuando se formaron con el nombre de BENEATH, y al parecer desde aquellos primeros días han seguido existiendo bajo diferentes formas, hasta que por fin se propusieron una culminación en forma de disco que veinte años después se ha materializado. Básicamente un grupo de amigos que tocaban en diferentes bandas y que querían grabar algo juntos. Una historia curiosa, pero con final feliz a tenor de este trallazo de Thrash Metal que recoge diferentes influencias y combina como pocos la brutalidad y las melodías. Su título es “Antidote” y contiene un total de nueve cortes bastante interesantes.
Gris es el color que predomina en la portada de “Antidote”, muy apropiado para el tono melancólico de las melodías que abundan en este álbum, tanto de las guitarras eléctricas como de los pasajes acústicos. Aún así hay que advertir que no se trata de un disco fino y delicado, todo lo contrario, junto a las melodías de estilo sueco viene también una garra salvaje marcada por partes muy rápidas, voces desgarradas, algún grito gutural grave. De modo que finalmente el gusto que queda en la boca tras escuchar el álbum es fundamentalmente Thrash Metal, con ese toque de Metal Melódico más pegadizo y esos brutales momentos de inspiración Death Metal. Otra cosa curiosa son los desarrollos de los temas, algunos de ellos bastante largos y variados.
BENEATH han conseguido que este trabajo que tanto se ha hecho esperar haya merecido la pena, siendo uno de esos discos que te atrapan más con cada nueva escucha, recordando mucho a la vieja escuela y aportando variedad sin necesidad de perderse en modas o tendencias pasajeras. No se si volverán a hacer algo, pero si es así habrá que estar atentos a la jugada ya que “Antidote” marca un gran precedente para estos suecos.
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