Han pasado ya varios años desde que tuve la ocasión de reseñar el álbum debut de esta banda vienesa que responde al nombre de DRIVE MOYA, un trabajo que llevaba el título de “The Light We Lost” y que vio la luz en el año 2019 a través del sello Noise Appeal Records. Ahora en pleno 2024 el grupo regresa de la mano del mismo sello para ofrecer otro trabajo en larga duración titulado “The Great End” en el que demuestran su gusto por décadas pasadas, y muy especialmente por los años 90, de donde sacan buena parte de sus influencias para dar forma a temas que a la vez son muy personales. Solo hay que ver la original cubierta del disco para darse cuenta de estos tipos tienen inquietudes y se atreven a experimentar, aportando a su música ese toque especial que va más allá de las etiquetas o las comparaciones.
“The Great End” es un disco tintado de cierta melancolía y oscuridad, los temas tratan asuntos como la muerte o la pérdida, aunque también están escritos de una manera creativa que hace que las sombras se digieran bastante bien. Hay influencias que van desde el Rock Alternativo de los 90 hasta el Post Rock, pasando por momentos con tintes de Pop independiente y hasta ciertos aires de ensoñación Shoegaze. Un cóctel que los vieneses saben llevar a su terreno para ofrecer un trabajo humilde y sencillo pero con buenos temas que llegan al oyente que decide sumergirse en su música. Y es que para disfrutar de lo que hacen estos tipos es necesario tomarse un tiempo y escuchar con calma el álbum, sin prisas y sin ideas preconcebidas, simplemente escuchar y dejarse contagiar por los ambientes que DRIVE MOYA despliegan alrededor de los temas.
La verdad es que “The Great End” no es uno de esos trabajos que diseñados para destacar inmediatamente ni tiene canciones pegadizas que se te quedan grabadas en la cabeza desde la primera escucha, de hecho es uno de esos álbumes a los que hay que dar varias vueltas para que vaya calando. Eso sí, una vez que ya has entrado en ese particular mundo sonoro que ofrece la banda hay que reconocer que las sensaciones resultan más que interesantes. Y es que pese a la aparente simplicidad de la propuesta los temas DRIVE MOYA tienen también una profundidad que merece la pena explorar. En cualquier caso eso es algo que cada cual ha de experimentar por su propia cuenta.
“The Great End” es un disco tintado de cierta melancolía y oscuridad, los temas tratan asuntos como la muerte o la pérdida, aunque también están escritos de una manera creativa que hace que las sombras se digieran bastante bien. Hay influencias que van desde el Rock Alternativo de los 90 hasta el Post Rock, pasando por momentos con tintes de Pop independiente y hasta ciertos aires de ensoñación Shoegaze. Un cóctel que los vieneses saben llevar a su terreno para ofrecer un trabajo humilde y sencillo pero con buenos temas que llegan al oyente que decide sumergirse en su música. Y es que para disfrutar de lo que hacen estos tipos es necesario tomarse un tiempo y escuchar con calma el álbum, sin prisas y sin ideas preconcebidas, simplemente escuchar y dejarse contagiar por los ambientes que DRIVE MOYA despliegan alrededor de los temas.
La verdad es que “The Great End” no es uno de esos trabajos que diseñados para destacar inmediatamente ni tiene canciones pegadizas que se te quedan grabadas en la cabeza desde la primera escucha, de hecho es uno de esos álbumes a los que hay que dar varias vueltas para que vaya calando. Eso sí, una vez que ya has entrado en ese particular mundo sonoro que ofrece la banda hay que reconocer que las sensaciones resultan más que interesantes. Y es que pese a la aparente simplicidad de la propuesta los temas DRIVE MOYA tienen también una profundidad que merece la pena explorar. En cualquier caso eso es algo que cada cual ha de experimentar por su propia cuenta.
