Cuatro cortes son los que componen “Seconda Morte”, comenzando con un tema instrumental titulado “Selva Oscura” que abre el disco de forma lenta y atmosférica, algo que me ha desconcertado un poco ya que el tema es como una introducción que se prolonga demasiado y que, en mi opninión encajaría mejor a modo de despedida. Quizás esta sea la única pega de todo el trabajo, de hecho el segundo tema, “Inferno”, hubiese sido un gran candidato para comenzar pues cuenta con un inicio lento que va progresando hasta explotar en una descarga de Metal salpicado de Grunge, Sludge, Stoner… en fin, una amalgama visceral y desgarrada que sirve para que Mireia Porto tenga que demostrar sus habilidades vocales adaptándose al fluir de la música. Y este devenir nos lleva a la siguiente parada, el “Purgatorio”, donde predomina un ambiente hipnótico y envolvente, dejando a un lado esa explosividad de su predecesor pero ofreciendo nuevos paisajes sonoros al oyente. El final, “Paradiso”, es otro tema muy variado, con un comienzo lento que después explota de forma contundente y que vuelve a caer en una calma evocadora e introspectiva con Mireia Porto acompañada de una guitarra acústica.
En resumen, “Seconda Morte” recrea el viaje de “La Divina Comedia” de una forma muy personal, llevándolo a terrenos sonoros que transitan entre el Post Rock, el Grunge, el Stoner, el Sludge, el Metal Alternativo… Pero no hace falta complicarse la vida con etiquetas, lo importante es que las canciones están bien hechas y que, pese a toda esa variedad que va de un extremo a otro, fluyen de manera natural y consiguen atrapar al oyente con su embrujo. Eso sí, hay que dar varias escuchas al disco, y hacerlo con calma, para comenzar a disfrutarlo de verdad y apreciar cada matiz, cada influencia y cada ambiente.